La información, consulta y participación son
niveles de interacción y relaciones, profesionales y con posibilidad de éxito,
entre ciudadanos (individuos u organizados colectivamente en organizaciones de
la sociedad civil) e instituciones públicas, con compromiso y voluntad
política. La información comprende una relación unidireccional entre la
institución pública que oferta información y el ciudadano que únicamente la
recibe. Al contar con la información se abre la puerta para la consulta como
una relación bidireccional limitada. La relación bidireccional plena entre el
gobierno y los ciudadanos se da a través de una participación ciudadana activa.
Se formulan preguntas por cada aspecto.
a) Información:
1. ¿La información requerida es
pública o reservada?
2. ¿La obtención de la información
requiere de la lectura de los datos ofertados en los portales de internet, o
debe realizarse proceso de solicitud?
3. ¿A través de qué medio se encuentra
disponible la información requerida?
4. Vía por la que mayoritariamente se
obtiene la información
5. ¿La información requiere de un
estudio profundo para su comprensión?
b) Consulta:
1. ¿Existe interés en el asunto a
consultar?
2. ¿Medios por los que se realizará la
consulta?
3. ¿Únicamente los expertos deben ser
consultados?
4. ¿Si se realizan consultas masivas,
el resultado obtenido debe ser vinculatorio?
5.
¿Consultas públicas o a regiones geográficamente determinadas?
c) Participación:
1. ¿Cómo se da la relación entre las
obligaciones ciudadanas para gozar de los derechos conferidos por la ley?
2. ¿Cómo se configura la participación
ciudadana en la política pública?
3. ¿Mediante cuáles actividades se manifiesta
la participación ciudadana?
4. ¿ Existe
la capacidad de impulsar una iniciativa legislativa popular?
5.
¿Se prevé la celebración de foros ciudadanos?
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